¿Tus gallinas están llegando a las últimas fases de su vida y quizá no están poniendo como lo hacían al principio?
¿Te gustaría encontrar una manera para darles de nuevo un sentido a su vida y llenar tu gallinero de huevos otra vez?
¿No tienes un gallo que anime a tus gallinas? No hay problema, la respuesta al drama del gallinero es la maternidad subrogada.
Una primavera, tuvimos la desgracia de perder a nuestro gallo más noble y guapo durante el ataque de un hurón (un animal salvaje bastante común en España). Todos los criadores de gallinas tienen que pasar por este momento alguna vez en sus vidas y para nosotros fue devastador ya que pensábamos ampliar el gallinero esa próxima primavera.
Incluso peor de lo que pensábamos, al quedarse nuestras chicas sin un hombre en su vida empezaron a poner mucho menos de lo que acostumbraban y muchas de ellas empezaron a perder el tiempo incubando huevos que no habían sido fertilizados. Querían ser mamás y simplemente no iba a pasar.
Por supuesto que consideramos comprar más gallinas y lo hicimos en el pasado, pero también experimentamos la pérdida de una o dos gallinas como resultado de las peleas de jerarquía entre ellas. Después de haber perdido a nuestro gallo, no nos hacía nada de gracia el poder perder también a alguna de nuestras chicas.
Al poco tiempo, conocimos por casualidad a un criador de gallinas andaluz. Después de contarle nuestra reciente pérdida (apenadamente nos dio sus más sentidas condolencias), le preguntamos si podíamos comprarle alguna de sus preciosas gallinas preguntándole la mejor manera de integrarlas en nuestro gallinero. Su respuesta fue simple y obvia, ¡huevos fertilizados!
De esta manera aprendimos que los huevos de gallina fertilizados no comienzan a desarrollarse hasta que una gallina los incuba proveyéndoles de la temperatura adecuada para ello. Hasta que una gallina decide comenzar la incubación, los huevos se pueden dejar en el nido hasta 7 días sin ningún problema.
El criador de gallinas astutamente decidió ofrecernos 12 de los huevos que él tenía de distintas variedades de gallina (que él estaba seguro de que habían sido fertilizados ya que su gallo había estado muy ocupado recientemente…) y nos garantizó que si conseguíamos ponerlos debajo de nuestras gallinas de manera clandestina por la noche, 21 días después tendríamos toda una cría variada de nuevos polluelos.
Muy emocionados aceptamos su oferta y esa misma noche, mientras un par de nuestras gallinas cluecas estaban durmiendo, les pusimos los huevos fertilizados debajo. Finalmente, nuestras gallinas más viejas estaban realizando su sueño de ser madres.
Fueron de lo más disciplinadas a la hora de cuidar e incubar estos huevos y 21 días más tarde… fuimos agradablemente recibidos por el piar de los pollitos recién nacidos. Diez de los doce huevos habían eclosionado (un porcentaje impresionante del 70%) y en poco tiempo tendríamos cinco variedades distintas de nuevas gallinitas corriendo por nuestro gallinero.
Para aquellos de vosotros que queráis criar vuestras propias gallinas pero no podáis tener gallo (quizá vuestros vecinos no aprecien demasiado el sonido del despertador por las mañanas) o si habéis perdido el vuestro por el ataque de algún depredador como nos pasó a nosotros, o simplemente queréis diversificar vuestro gallinero y probar con nuevas variedades… la respuesta es la maternidad subrogada con huevos que han sido previamente fertilizados.
Intentarlo, vuestras gallinas os agradecerán esta oportunidad de criar una nueva generación y en breve veréis como vuestra despensa se llena de nuevo con huevos frescos recién puestos.