Una vez en España, me llevó un tiempo adaptarme y enraizar en la zona. Después de 6 meses en el B&B y muy agradecida de la oportunidad que me habían ofrecido y la experiencia que había ganado, me fui decidida a empezar mi propia aventura. Para mi trabajar en la cocina de un restaurante era algo muy repetitivo y restrictivo, y empezaba a necesitar un cambio aunque aún no estaba segura exactamente de qué.
Por aquel entonces había decidido celebrar una fiesta para todos mis amigos españoles y les preparé un buffet con el tipo de comida que me apasiona cocinar y comer – platos vegetarianos saludables, vibrantes, con colorido y llenos de sabor.
Según avanzaba la velada me sorprendió enormemente la gran aceptación que mi comida recibió. Para ser honesta, creo que les cogí a todos por sorpresa – la comida gourmet vegana y vegetariana no es exactamente lo primero que se nos viene a la cabeza en la tierra del jamón y el chorizo. Pero a todos ellos les encantó. ¡Y desde ese momento en adelante me di cuenta de que cocinar la comida que adoro y conozco era lo que quería hacer!
Poco después, viajé por primera vez a Bolivia y a Perú donde la Madre Naturaleza es la Diosa que nos da vida, nos alimenta y nos concede infinita abundancia natural. Es altamente reverenciada y está totalmente viva en Suramérica. Su nombre es la Pachamama. Al volver a España, parecía completamente lógico darle este nombre a mi nueva aventura culinaria, y así es como nació el Catering Pachamama.
Era 2008 y las oportunidades de trabajo para el catering vegetariano eran bastante escasas. Sin embargo, ya era imparable y al poco encontré el ambiente donde mi comida era más apreciada que nunca, los retiros. Al final la emoción de poder mostrar todo lo bueno de lo vegetariano y vegano me dejó sin pensar durante varios días.